LA BELLEZA EN EL HOMBRE Y LA MUJER
María José Jiménez Estilista
Una aventura para todos...
El arte de saber embellecernos sirve tanto para hombres como para mujeres. Durante mucho tiempo ha estado mal visto que los hombres se preocuparan por su aspecto físico. Sus sufridas madres, esposas, novias o hermanas eran las encargadas de comprarles la ropa, recomendarles el corte de pelo que más les favorecía e incluso de preocuparse de vez en cuando por el aspecto que presentaba su piel. Afortunadamente, los tiempos de "el hombre y el oso cuanto más feos más hermosos" han pasado, y en las estanterías de los cuartos de baño masculinos empiezan a aparecer, tímidamente eso sí, cremas hidratantes, leches corporales y otros productos cosméticos que hacen compañía a los antes solitarios aftershaves y cremas de afeitar. La oferta sigue creciendo, y cada vez son más los hombres que acuden regularmente a centros de estética para que les hagan una limpieza de cutis o para regalarse con un tonificante masaje.
También las personas de edad avanzada deben seguir cuidándose. La belleza no es, ni nunca lo ha sido, patrimonio ni sinónimo de juventud. Una vejez reposada y agradable, mostrando arrugas que son sinónimo de haber vivido plenamente, pueden resultar mucho más atractiva que un cuerpo o una cara jóvenes pero evidentemente "recauchutados".
Así que, tengamos la edad y el sexo que tengamos, cuidar nuestra belleza puede ayudarnos a conseguir aceptarnos; a mejorar nuestro aspecto gracias a muchos productos naturales; a descubrir los maquillajes que más nos favorecen; a escoger la ropa que mejor nos siente, y a convertir nuestro cuarto de baño en un pequeño balneario. Son técnicas que conseguirán que nos gustemos aún más y facilitarán el que los demás nos encuentren atractivos, seductores y bellos.
UN BESO
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